jueves, 25 de marzo de 2010

LA CRUZ SIGUE CAMBIANDO VIDAS HOY

Si creyéramos lo que pasó, descansáramos en lo que sucedió y viviéramos lo que allí aconteció, definitivamente que seríamos cristianos y personas totalmente diferentes; pero lejos estamos de haber interiorizado en nuestras mentes y corazones el verdadero significado de la cruz de Cristo.
Es común en el mundo evangélico escuchar sobre el tema. Se repite una y otra vez la historia de la crucifixión de Jesucristo; pero ¿Hemos creído en verdad? ¿Descansamos en el hecho, lo disfrutamos, y lo vivimos?
En nuestra necia forma de pensar, nuestros pecados, faltas, culpabilidad, resentimientos, rencores y traumas, están aún a flor de piel. Satanás nos culpa, muy a menudo y no sabemos como responder al príncipe de las tinieblas.Un evangelio al revés, se ha predicado tanto que la gente se pregunta: ¿Cuánto debo hacer para ser salvo? y triste es pensar que la mentalidad de miles de creyentes que asisten a las iglesias evangélicas en el mundo están tan ocupadas en: ¿Cómo debo comportarme para ser salvo? y ¿Qué cosas debo hacer para ir al cielo?, que no han captado el mensaje de la gracia divina.
Si comenzáramos en verdad a entender, el verdadero mensaje de la Cruz del Calvario, estaríamos vislumbrando el gran misterio de la Redención de Dios, al hombre. El Cristianismo no será jamás, un cúmulo de cosas por hacer, sino que es la maravillosa y grata noticia de lo que Cristo ha hecho por todos nosotros, con su muerte perfecta y preciosa en la Cruz del Calvario.
El cristianismo no es una carga pesada sino que es el gozo y la satisfacción indescriptible, por la gratitud de haber recibido un perdón inmerecido, por los pecados, y sólo, y no más, que por la fe.
La cruz y nada más. El Hijo de Dios lo ha declarado: ¡consumado es! Jesús nos ha limpiando con su preciosa sangre de todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros. Por el santo y perfecto sacrificio de Cristo. No más corderos, no más fuegos, no más obras. ¡Basta ya!
A Satanás le presentaremos la cruz de Cristo y el perfecto derramamiento de su sangre, por mí, pecador. ¿Creemos esto? ¿Podremos aceptarlo, por fe, de una vez y para siempre?
Tenemos que predicarnos y recordarnos este evangelio, todos los días, y será nuestro sustento, y nuestra única manera de seguir adelante, en victoria, por la cruz de Cristo.
Jesús murió por nuestros pecados, y hemos sido perdonados en la Cruz del Calvario. Esto ha de ser nuestro pan diario: su sangre es suficiente, su sacrificio consumado está, y la cruz es nuestra victoria sobre la muerte. Allí hemos clavado todos nuestros pecados y todas nuestras maldades y jamás Dios se acordará de ellas.

Vivir creyendo esto. Disfrutar esta gran noticia. Apropiarla a nuestros corazones. Es la única manera de mostrar al mundo, que sabemos algo, de lo que sucedió en la cruz del Calvario, y en este caso, por nosotros. ¡Gloria a Dios!“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1

Dios te bendice.-

1 comentario:

  1. Gracias por sus palabras Pastor ...Dios lo siga usando..un abrazo y bendiciones!!

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